CORRIENTES EPISTEMOLÓGICAS RESPECTO AL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO
CORRIENTES EPISTEMOLÓGICAS RESPECTO AL
ORIGEN DEL CONOCIMIENTO
El Racionalismo: El racionalismo es una corriente filosófica que acentúa el
papel de la razón en la adquisición del conocimiento. Contrasta con el
empirismo, que resalta el papel de la experiencia, sobre todo el sentido de la
percepción. Descartes aseguraba que solo por medio de la razón se podían
descubrir ciertas verdades universales, contrario en su totalidad a la idea que
manejaba el movimiento empirista. A partir de aquellas verdades es posible
deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las ciencias. Manifestaba
que estas verdades evidentes en sí eran innatas, no derivadas de la
experiencia.
El
racionalismo sostiene que la fuente de conocimiento es la razón dada por Dios y
rechaza la idea de los sentidos, ya que nos pueden engañar; defiende las
ciencias exactas, en concreto las matemáticas. Descartes quería volver a la
filosofía en un conocimiento científico, por lo tanto, darle un método
científico, por lo que se basó en las matemáticas, que se consideraban como una
ciencia segura, por ello se dio a la tarea de describir el principio de la
matematización, en su libro Discurso del método, para realizar una
investigación filosófica, el método consiste de cuatro reglas:
Evidencia: solo es verdadero todo aquello que no emite
ninguna duda al pensamiento.
Análisis: Reducir lo complejo a partes más simples para
entenderlo correctamente.
Deducción: Permitir a la operación racional deductiva el
peso de la investigación, para encontrar las verdades complejas a partir de la
deducción de las simples.
Comprobación: Comprobar si lo descubierto a partir de la
razón fue conseguido a través de estas reglas antes mencionadas.
El Empirismo: El empirismo es una doctrina filosófica y epistemológica
que alude que todo conocimiento que posee o adquiere el hombre es producto de
la experiencia, bien sea interna o externa, y por ello es visto como una
consecuencia de los sentidos.
Como
tal, el empirismo niega que la verdad absoluta sea accesible al hombre, ya que
este debe de ponderarla, y es a partir de la experiencia que se puede obtener
con firmeza si la misma es cierta, o, por el contrario, corregirla, modificarla
o abandonarla. El conocimiento empírico consiste en todo lo que se sabe sin
poseer un conocimiento científico, por ejemplo: se sabe que el fuego quema
porque ya se vivió esa experiencia.
El Intelectualismo: El
intelectualismo afirma que los conocimientos universalmente válidos y los
juicios lógicamente necesarios derivan tanto de la razón como de la
experiencia, porque por separado no conseguirían alcanzar ese tipo de
conocimiento. Se dice que el intelectualismo nace en 350 a. de C. con
Aristóteles buscando un punto medio entre el racionalismo (el conocimiento por
la razón de Platón) y el empirismo (el conocimiento por la experiencia de los
naturalistas).
Aristóteles
sostenía que nuestro conocimiento comienza con los sentidos (experiencia), que
luego son procesados por nuestro intelecto que creará conceptos que nos
llevarán finalmente al conocimiento.
Otro
representante de esta corriente fue Santo Tomás de Aquino, que continuó con las
enseñanzas de Aristóteles enfatizando la generación de conocimiento bajo la
cooperación del cuerpo (experiencias, sentidos) y el alma (pensamiento, razón).
El Apriorismo: Se denomina apriorismo al método o la doctrina que
recurre, como sistema, al razonamiento a priori. Para comprender el concepto,
por lo tanto, es necesario analizar la idea de a priori. Esta locución
adverbial se usa, a nivel general, para referir a aquello que se realiza antes
de estudiar o considerar el asunto en cuestión. Para la filosofía, a priori implica
ir de la causa al efecto.
De
acuerdo al apriorismo, es posible conocer algo del universo real sin necesidad
de apelar a alguna clase de experiencia. Por lo tanto, existen principios
autoevidentes que resultan independientes de las experiencias y de las
evidencias exteriores.
Soluciones Premetafísicas
Objetivismo:
Principales
postulados del objetivismo
El
ser humano necesita una moral racional. Esto implica que los códigos morales
que nos permiten distinguir lo bueno de lo malo no deben basarse en las
emociones subjetivas o las creencias religiosas fundadas en la fe. En este
sentido, nuestras creencias y convicciones tienen que fundamentarse en
criterios racionales y lógicos. A través de la lógica es posible demostrar que
algo es verdadero y correcto desde el punto de vista de la moralidad.
La
moralidad del objetivismo parte de un principio general: la vida humana es el
valor supremo que da sentido a la existencia. El objetivo moral de cualquier
individuo es alcanzar la propia felicidad y para conseguirlo nadie debería
imponer sus ideas a los demás. En otras palabras, cada ser humano debe orientar
su vida como un fin en sí mismo y guiar su existencia a partir de su interés
racional. El objetivismo otorga prioridad al individuo frente a la
colectividad. En este sentido, la visión filosófica de Ayn Rand es una dura
crítica a cualquier forma de socialismo.
Subjetivismo:
Su
idea central es la de que el sujeto determina al objeto a través de su conciencia,
dependiendo del propio sujeto la verdad del conocimiento.
La
idea de subjetivo, por su parte, alude a aquello vinculado al sujeto y a su
manera de sentir o de pensar.
El
subjetivismo es una postura o visión que considera a la individualidad del
sujeto como elemento central de cualquier verdad. De acuerdo a esta posición
filosófica, lo que se entiende por realidad depende de la persona que la piensa
o percibe; por lo tanto, no existe una verdad universal y absoluta, ya que no
hay una realidad que resulte independiente de la mente.
Para
el subjetivismo, todo conocimiento siempre es limitado. Cada verdad tiene
validez para el sujeto de acuerdo a su especificidad.
Soluciones Metafísicas:
El Realismo:
El
concepto de realismo permite identificar a la manera de contar, presentar,
considerar lo que ocurre tal y como sucede.
A
raíz de esto se puede decir que la postura realista tiene la particularidad de
evitar exageraciones: sólo narra los acontecimientos concretos. Por ejemplo:
“Miremos la situación con realismo: el paciente está grave, pero estamos
trabajando para salvarlo” es una frase que hace referencia al estado de salud
de una persona. Si consideramos que dicha gravedad es comprobable, expresiones
como “No tiene nada, en unos días vuelve a casa” (minimiza la gravedad) o “Ya
está perdido, no se puede hacer nada” (exagera la realidad) no son realistas.
El Idealismo:
a
noción de idealismo posee dos grandes acepciones. Por un lado, se emplea para
describir la posibilidad de la inteligencia para idealizar. Por otra parte, el
idealismo se presenta como un sistema de carácter filosófico que concibe las
ideas como el principio del ser y del conocer.
El
idealismo de perfil filosófico, por lo tanto, sostiene que la realidad que se
halla fuera de la propia mente no es comprensible en sí misma, ya que el objeto
del conocimiento del hombre siempre es construido a partir de la acción
cognoscitiva.
Puede
decirse entonces que el idealismo se opone al materialismo, una doctrina que
asegura que la única realidad es la materia. Los idealistas subjetivos creen
que la entidad en sí es incognoscible, pero la reflexión brinda la posibilidad
de acercarse al conocimiento. Para los idealistas objetivos, en cambio, el
único objeto que puede conocerse es aquel que existe en el pensamiento del
individuo.
El Fenomenalismo o Fenomenismo:
El
fenomenalismo es una teoría y una corriente de la filosofía que sostiene que
los objetos únicamente pueden conocerse tal como son percibidos. Esto quiere
decir que resulta imposible conocer las cosas como son en sí mismas.
El
fenomenalismo es una teoría y una corriente de la filosofía que sostiene que
los objetos únicamente pueden conocerse tal como son percibidos. Esto quiere
decir que resulta imposible conocer las cosas como son en sí mismas.
Para
el fenomenalismo, el ser humano solo tiene acceso a los fenómenos: o sea, a la
manifestación de las cosas frente a los sentidos. Detrás del fenómeno se
encuentra el noúmeno, una estructura que no puede percibirse de forma directa
sino mediante la razón.
Expresado
de otra forma, conocemos los fenómenos de acuerdo a como “aparecen”. Por eso el
fenomenalismo, impulsado por Immanuel Kant (1724–1804), se sitúa entre el
empirismo y el racionalismo.
Soluciones Teológicas:
Monista y panteísta:
Se
denomina monismo a una posición filosófica, compartida por distintos sistemas y
doctrinas, que afirma que la totalidad de los fenómenos y de los seres del
universo están constituidos por una sustancia primaria. Dicha razón primordial
se conocía en la Antigua Grecia como arché o arjé.
Las
concepciones monistas coinciden en postular una idea o causa fundamental de la
cual derivan todos los elementos de la realidad. El monismo material de la
actualidad, por ejemplo, considera que la primera materia fue aquella que se
formó con el big bang.
Y se
deriva del griego, ya que es fruto de la suma de dos componentes léxicos de
dicha lengua:
-La
palabra “monos”, que puede traducirse como “único” o “solo”.
-El
sufijo “-ismo”, que se usa para indicar “doctrina” o “filosofía”.
El
monismo panteísta, en tanto, postula a Dios como principio elemental, mientras
que el monismo espiritual hace lo propio con el espíritu. También hay un
monismo neutral que asegura que el origen del universo no es mental pero
tampoco físico, sino que se halla en una materia neutra o básica que excede a
la calificación en dichos parámetros.
El
panteísmo es el sistema de creencia de quienes sostienen que la totalidad del
universo es el único Dios. Esta cosmovisión y doctrina filosófica afirma que el
universo entero, la naturaleza y Dios son lo mismo. En otras palabras, la
existencia (todo lo que fue, es y será) puede ser representada a través de la
noción teológica de Dios.
Dualista y Teísta:
Se
denomina teísmo al reconocimiento de la existencia de un dios que creó el
universo y que aún se involucra en su conservación. El concepto también puede
vincularse al hecho de creer en seres divinos.
La
idea de teísmo surgió en la Antigua Grecia con referencia a la creencia en las
divinidades que formaban parte del Olimpo. Con el tiempo comenzaron a
reconocerse diferentes teísmos de acuerdo a las cualidades atribuidas a los
dioses.
En
el ámbito de la filosofía y la teología, se conoce como dualismo a la doctrina
que postula la existencia de dos principios supremos independientes, antagónicos
e irreductibles.
En
este sentido, las nociones del bien y del mal son un ejemplo de dualidad. Ambas
pueden definirse por oposición y hacen referencia a dos esencias completamente
distintas. Materia-espíritu y realismo-idealismo son otras muestras de
conceptos que conforman una dualidad.
Estructuralismo:
El
estructuralismo es un enfoque de la ciencia que se basa en la consideración de
conjuntos de datos como estructuras. Este método toma a las informaciones
interrelacionadas como sistemas.
A
través de las herramientas del estructuralismo se pueden analizar diversos
aspectos de la sociedad, la cultura y el lenguaje, por ejemplo. Los
estructuralistas estudian campos específicos como estructuras cuyos componentes
se encuentran relacionados entre sí. Es en el seno de dichas estructuras donde
se generan significados.
Según
el estructuralismo, el significado se produce y se reproduce mediante acciones
y prácticas que forman una unidad. La lingüística, la literatura, la
antropología y las matemáticas son algunos campos de conocimiento donde se
aplicaron los principios estructuralistas.
En
el terreno de la lingüística, el estructuralismo de Ferdinand de Saussure marcó
el inicio de la consideración moderna de esta ciencia. El “Curso de lingüística
general” que publicaron sus discípulos en base a sus clases está considerado
como una obra clave.
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